Vocation/Vocación : Bodas Comunitarias
Boda comunitaria
Mi último año en Fresno, estaba preparando a unas treinta parejas para el matrimonio. La mayoría planeaba hacer las bodas de abril a junio. Cuando anuncié que dejaría la diócesis en mayo, les dije a aquellos que planeaban citas después de que yo me fuera, que sus párrocos aceptaron que van a hacer sus bodas después de que me fuera. Todos querían que yo hiciera la boda, así que tuve veintinueve bodas en el último mes que estuve en la Diócesis de Fresno.
A Group Wedding
My last year in Fresno, I was preparing about thirty couples for marriage. Most planned on doing the weddings from April to June. When I announced that I would be leaving the diocese in May, I told those who planned on dates after I would leave that their pastors would follow up with them after I left. Almost all of them wanted me to do the wedding, so I had twenty-nine weddings in the last month that I was in the Diocese of Fresno.
Durante los cuatro años como Director del Ministerio Campesino en Fresno, nuestros voluntarios trataron de abordar una barrera significativa para la recepción sacramental para muchos inmigrantes hispanos. Muchos de los que trabajaban en el campo tenían hijos. Muchos no estaban casados o solo casados por lo civil, no en matrimonios bendecidos en la Iglesia. Preparamos a sus hijos para la recepción de la Eucaristía y la Confirmación, pero los padres, mientras participaban en la Misa, no recibieron la Eucaristía. Hay muchas explicaciones de por qué no se han casado en la Iglesia. En nuestros programas, invitamos a las personas a regularizar sus matrimonios.
Solo celebré unas pocas bodas los primeros dos años en la oficina, pero en mi tercer año se realizaron varios matrimonios y el cuarto año tuvimos veintinueve parejas preparando para casamientos de abril a junio de 2013. Mientras había anunciado que me iba en el verano, mi fecha para irme de Fresno se adelantó al primero de mayo. Había planeado celebrar varios de los matrimonios en grupos pequeños, ya que la mayoría de los matrimonios eran lo que llamamos “convalidaciones”, lo que significa que la pareja ya estaba casada por lo civil, pero carecía de la bendición de la Iglesia. Cuando anuncié que me iba más temprano, les dije a aquellos cuyas bodas eran más tarde que sus pastores tomarían mi lugar para sus bodas. Todas las parejas querían hacer avanzar sus bodas para que yo pudiera ofrecerles sus bodas.
Celebré veintinueve bodas en el mes de abril, una celebración con ocho parejas y otra con diecisiete parejas. En cada boda, oramos por los novios y los niños que Dios les da, pero celebrar bodas grupales siempre es lo más memorable. Varias de las parejas eran familiares, por lo que sus recepciones fueron eventos compartidos. Para el grupo de diecisiete, pude estar presente en las recepciones de todos, ya que en cada recepción participaron de dos a siete parejas.
En un almuerzo de los sacerdotes de la diócesis, uno de los pastores preguntó si estaba bien tener tales matrimonios grupales. Otro sacerdote en nuestra mesa dijo que una vez tuvo veintidós en un servicio.
(Mañana: Seminaristas trabajando con migrantes)
During the four years as Director for Campesino Ministry in Fresno, our volunteers tried to address a significant barrier to sacramental reception for many Hispanic immigrants. Many of those working in the fields were parents. Many were either not married or married civilly but not in marriages blessed in the Church. We prepared their children for reception of Eucharist and Confirmation, but the parents, while participating in Mass they did not receive the Eucharist. There are many explanations of why they have not married in the Church. In our programs, we invited people to regularize their marriages.
I only celebrated a few weddings the first two years in the office, but in my third year several marriages took place and the fourth year we had two retreats for couples getting married and twenty-nine couples prepared for marriages from April to June 2013. While I had announced that I was leaving in the summer, my date to leave Fresno moved forward to May 1. I had planned on having several of the marriages celebrated in small groups as most of the marriages were what we call “convalidations”, meaning that the couple already were married civilly, but lacked the blessing of the Church. When I announced that I was leaving earlier, I told those whose weddings were later that their pastors would take my place for their weddings. All of the couples wanted to move their weddings forward so that I could offer their weddings.
I celebrated twenty-nine weddings in the month of April, one celebration with eight couples and one with seventeen couples. At every wedding, we pray for the bride and the groom and the children that God gives them, but celebrating group weddings is always most memorable. Several of the couples were relatives, so their receptions were shared events. For the group of seventeen, I was able to make an appearance at the receptions of all of them, as each reception involved from two to seven couples.
At a luncheon of the priests of the diocese, one of the pastors questioned if it was okay to have such group marriages. Another priest at our table said that he once had twenty-two at one service.
(Tomorrow: Seminarians working with migrants)