Mission of Padre Migrante: We need rules for the Casa – Necesitamos reglas para la Casa
Patrick y yo aspiramos a caminar con los jóvenes del barrio. Mientras queríamos caminar con los jóvenes, Dios nos decía: “Deja que mi pueblo camine con ustedes”. Nos preguntamos si algún joven querría tanto caminar con nosotros que se mudarían a nuestra casa. Consideramos a quién invitar y qué deberíamos exigir de quienes aceptaron nuestra invitación. El 9 de noviembre de 1991 nos mudamos a la casa. Al día siguiente, Julio trajo una mochila de ropa y un saco de dormir. Antes de que tuviéramos un proceso para recibir a alguien en la casa, él se mudó. Al día siguiente, se mudaron Ramón y Juanito. Ahora que los jóvenes vivían con nosotros en la casa, teníamos que poner algunos límites y expectaciones.
“Necesitamos reglas para la casa”.
Casa San Alfonso abrió el sábado 9 de noviembre de 1991. Para el lunes por la noche tres hombres vivían con nosotros. Al día siguiente ellos dijeron: “Necesitamos reglas para la casa”. Como pidieron la reunión, dijimos que ellos liderarían la reunión. Le pidieron a unos miembros del grupo de jóvenes de St. Joseph que se unieran a nosotros para una reunión el miércoles. Ocho jóvenes y tres redentoristas se reunieron a las 5:00 pm. Después de abrir con una oración, Julio dirigió la reunión. Aquí hay unas de las reglas determinadas por los jóvenes.
- No se permitirá fumar en la casa ni en el porche (por respeto a los Redentoristas, ninguno de los cuales fuma).
- Todos cocinan y todos limpien los platos.
- Rezamos Completas a las 9:00 pm, menos el jueves cuando el grupo de jóvenes tiene la oración de Taizé en la iglesia.
- Las personas que viven en CSA decidirán las tareas de la comunidad de residencia.
- No habrá televisión en CSA para que la gente socialice sin la distracción de la televisión.
- Después de Completas, los jóvenes pueden continuar visitando, pero el volumen de conversación debe respetar a aquellos que intentan dormir.
Aquella noche, Casa San Alfonso ya no era la casa de los Redentoristas solos. “Nuestra casa” perteneció a los redentoristas y a la juventud juntos. Las reuniones en la casa continuaron, especialmente a medida que la comunidad crecía. Celebramos el compromiso de los jóvenes en las decisiones de la casa. El sentimiento de pertenencia y responsabilidad de los jóvenes por Casa San Alfonso aumentaba día a día.
Fr. Patrick and I aspired to walk with young people in the barrio. While we wanted to walk with the youth, God was telling us, “Let my people walk with you.” We wondered if any young people would want to walk with us so much that they would move into our house. We considered who to invite and what we should require of those who accepted our invitation. On Nov. 9, 1991, we moved into the house. The next day, Julio brought a change of clothes and a sleeping bag. Before we had a process for receiving someone into the house, he moved in. The next day, Ramon and Juanito moved in. Now that young people lived with us in the house, we had to set some limits and expectations.
“We need rules for the house.”
Casa San Alfonso opened on Saturday, Nov. 9, 1991 by Monday evening three men lived with us. The next day they said, “We need rules for the house.” Since they asked for the meeting, we said that they would lead the meeting. They asked a couple members of the St. Joseph youth group to join us for a meeting on Wednesday. Eight young people and three Redemptorists met at 5:00 pm. After opening with a prayer, Julio led the meeting. Here are a couple of the rules determined by the youth.
- There will be no smoking in the house or even on the porch (out of respect for the Redemptorists, none of whom smoke).
- Everyone will take turns cooking and everyone makes sure that the dishes get cleaned.
- Night prayer will be at 9:00 pm, except on Thursday when the youth group has Taize prayer at the church.
- Chores for the live-in community will be decided by those living at CSA.
- There will be no TV at CSA so that people socialize without the distraction of TV.
- After night prayer, youth may continue visiting, but the volume of conversation must respect those trying to sleep.
On that evening, Casa San Alfonso was no longer the home of the Redemptorists alone. “Our house” belonged to Redemptorists and youth together. House meetings continued, especially as the community grew. We celebrated the engagement of the young people in decisions of the house. The feeling of ownership and responsibility of the young people for Casa San Alfonso increased daily.
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Oh Jesús, tú nos llamas: “Síganme”. Bendice, Señor, a todos los que acogen tu llamado. Puede que el camino no sea fácil, pero tenemos la confianza de que todo es posible si caminamos contigo. Que este viaje nos abra los ojos a las maravillas de tu amor por nosotros. Oramos por toda tu gente, por todos los creyentes e incrédulos, por los líderes y seguidores. Oramos por la sanación, el perdón, la compasión, la justicia y la paz. Oramos para que, al seguirte, nosotros también podamos ser pescadores de hombres. Bendícenos en nuestro viaje.
O Jesus, you call us, “Come after me.” Bless, O Lord, all who welcome your call. The path may not be easy, but we have confidence that all things are possible if we walk with you. May this journey, open our eyes to the wonders of your love for us. We pray for all your people, for all believers and unbelievers, for leaders and followers. We pray for healing, for forgiveness, for compassion, for justice, for peace. We pray that as we follow you, we too can be fishers of men. Bless us on our journey.
Nayeli
July 8, 2021 @ 11:16 pm
Hasta yo me llegue
Ah quedar a vivir 1 semana en Casa Son Alfonso