Evangelization 2021: Repensar la evangelización – Rethinking Evangelization
Repensar la evangelización
Invito a todos a ser audaces y creativos en esta tarea de repensar los objetivos, las estructuras, el estilo y los métodos evangelizadores de las propias comunidades.” (EG. 33)
“(Los misioneros Redentoristas) deben interrogarse si los medios de evangelización empleados en el respectivo lugar responden a las expectativas de la Iglesia y del mundo; si se deben renovar y como los métodos apostólicos para mantener los válidos, corregir los defectuosos y abandonar los inadecuados.” (Las Constituciones Redentoristas, n. 17)
El Papa Francisco nos llama a “ser audaces y creativos” al responder a los desafíos de la evangelización. Necesitamos repensar nuestros objetivos, estructuras y métodos de evangelización. La llamada a nuevas ideas, nuevos métodos y nuevas estructuras dentro de la Iglesia es el camino de Jesús. Cuando los fariseos llevaron a Jesús a una mujer sorprendida en adulterio, la juzgaron, la condenaron y quisieron apedrearla hasta la muerte. ¿Qué hizo Jesús? No les respondió. Dibujó en la arena. La ira de los fariseos lo empujaba a responder su pregunta. Después de que él dijo que él que no tenía pecado arrojara la primera piedra, comenzaron a alejarse. Cuando todos se fueron, simplemente preguntó: “¿Nadie te ha condenado?” Ella dijo: “No, señor”. Y Jesús dijo: “Ni yo te condeno”.
No hay límite de la misericordia de Jesús. El mensaje de Jesús es la ley del amor, no una regla que juzga o condena. Les dijo a sus discípulos que no juzguen ni condenen. Tenemos que ser guiados por las palabras de Jesús. “No juzguen y no serán juzgados. No condenen y no serán condenados”.
De la crisis a la oportunidad
Son muchos los desafíos que enfrentamos hoy: COVID19, racismo, malestar político, división en la Iglesia, ancianos separados de seres queridos que se sienten prisioneros porque sus hijos no pueden visitarlos, niños separados de sus padres, destrucción ambiental. Cada uno de estos desafíos por sí solo es una crisis, pero ¿debemos desanimarnos?
Si bien COVID puede ser una enfermedad nueva, la ciencia siempre ha utilizado las crisis en el pasado para crear mejores formas de tratar las enfermedades. El racismo y los prejuicios siempre han sido un desafío para la civilización a lo largo de la historia mundial, especialmente en nuestro país. Aunque siempre presente, gente noble nos llama a nuevas formas de vivir en paz. Desde las divisiones en la Iglesia, los religiosos y religiosas nos llaman con alegría a nuevas formas de testimonio del Evangelio.
El dolor de este tiempo es grande, pero podemos hacerlo mejor. Como dice nuestra regla redentorista, debemos mantener los métodos que son “válidos, corregir los defectuosos y abandonar los inadecuados”. Comencemos por recordar lo que ha resultado exitoso, como nuestro primer paso para responder a las múltiples crisis que nos rodean.
(Mañana: Recordando las bendiciones)
Rethinking Evangelization
“I invite everyone to be bold and creative in this task of rethinking the goals, structures, style and methods of evangelization in their respective communities.” (Pope Francis, EG. 33)
“They (Redemptorist missionaries) should examine whether their missionary methods need to be renewed and how this should be done. They should then retain whatever methods have proved successful, modify those which are inadequate and abandon those no longer useful.” (Redemptorist Constitutions and Statutes, n. 15)
Pope Francis calls on us “to be bold and creative” as we respond to the challenges of evangelization. We need to rethink our goals, structures and methods of evangelization. The call to new ideas, new methods, and new structures withing the Church is the way of Jesus. When the Pharisees brought a woman caught in adultery to Jesus, they judged her, they condemned her and wanted to stone her to death. What did Jesus do? He did not even answer them. He drew in the sand. The rage of the Pharisees kept pushing him to answer their question. After he said to let the one with no sin cast the first stone, they began to walk away. When all left, he simply asked, “Has no one condemned you?” She said, “No, sir.” And Jesus said, “Nor do I condemn you.”
There is no limited mercy in Jesus. The message of Jesus is the law of love, not a rule that judges or condemns and he told his disciples not to judge and not to condemn. We need to let the words of Jesus guide us. “Do not judge lest you be judged. Do not condemn lest you be condemned.”
From crisis to opportunity
There are many challenges that we face today: COVID19, racism, political unrest, division in the Church, our elderly separated from loved ones who feel like prisoners as their children are unable to visit them, children separated from parents, environmental destruction. Each of these challenges alone are a crisis, but should we be discouraged?
While COVID may be a “novel” or new disease, science has always used crises in the past to create better ways of treating illness. Racism and prejudice have always been a challenge to civilization as seen throughout world history, especially in our country. Even though always present, saints call us to new ways to live in peace. From divisions in the Church, religious men and women joyfully call us to new forms of witness to the gospel.
The pain of these times is great, but we can do better. As our Redemptorist rule says, we need to keep the methods that “have proved successful, modify those which are inadequate and abandon those no longer useful.” Let us begin by remembering what has proved successful, as our first step towards responding to the multiple crises around us.
(Tomorrow: Remembering our blessings)