Eucharist today: “You only have the time that God gives you.” / “Solo tienes el tiempo que Dios te da.”
“You only have the time that God gives you.”
My introduction to migrant farm worker life began in The Dalles, Oregon. I visited farm worker camps during the cherry harvest, following the advice of Fr. Lopez, “walk with my people.” I tried to have no agenda as I celebrated the Masses. I wanted to observe the lives of the farm workers, letting the workers tell me how I might serve them.
The workers during the cherry harvest reminded me of my experiences with farm workers as a seminarian. In the 1960’s and 70’s, we offered camp programs for people who followed the fruit and vegetable harvests moving from the South to the North as crops ripened, and in the Fall, after the last harvest the workers went back to the South. The workers would be in one place for four to eight weeks depending on the harvests. With mechanization for some of the crops and changes in agriculture, there are not so many caravans of seasonal workers visible as in the past. The short duration and the need for many workers in the cherry harvest is one of the crops that still depends on the influx of a large number of workers. When workers told me of the difficulties that they had in seeking First Communion for their children, I set about offering sacramental preparation for the children and teenagers present in the camps. I began with three lay volunteers and one seminarian the first summer, and from the third to the eleventh year of the cherry harvest missions, my teams had from six to ten volunteers and seminarians.
I loved my mission teams. For one month, we lived together, prayed together, shared meals, prepared for our classes and celebrated Masses in camps each evening. On a day off each week, we went sightseeing in the beautiful areas of the Columbia River Gorge and the mountains of Oregon and Washington. We spent about ten days enrolling candidates for the sacraments in classes. We had two weeks of classes and ended with celebration of First Communions, Confirmations, Baptisms and often a couple of marriages.
The best description of our programs came during a visit our mission team had with Bishop Robert Vasa of the Diocese of Baker. After two summers offering First Communion programs for migrant children, our mission team went for lunch with Bishop Vasa. He asked if the people would like the Bishop to offer the First Communion Mass the following year. I said that the people would be delighted. He then asked how many children were in the classes and their ages. I told him that we had over seventy children in the classes and half of them were over 14 years old. He said, “The older children should also be confirmed.” I told him that we only had two weeks to prepare the young people. He said, “You only have the time that God gives you. You prepare them and I’ll confirm them.” There were two important parts to his message for me. The sacrament is the work of God, and the best we can do is sufficient. I assure you that in the nine years that I ran the Confirmation program for children of migrant workers in Oregon, the quality of our program improved.
In working with migrants, I will never forget Bishop Vasa’s advice, “You only have the time that God gives you.” This is not just true with migrant farm workers, but has guided me as I recognize special needs of workers in construction, trucking, the travel industry, entertainers, prisoners, and all workers for whom our ordinary parish programs may fail to engage.
(Tomorrow: Sacraments of Initiation)
“Solo tienes el tiempo que Dios te da”.
Mi introducción a la vida de los campesinos comenzó en The Dalles, Oregon. Visité campamentos de campesinos durante la cosecha de cerezas, siguiendo los consejos del P. López, “camina con mi gente”. Intenté no tener preconcepciones mientras celebraba las misas. Quería observar la vida de los campesinos, dejar que los trabajadores me dijeran cómo podría servirles.
Los trabajadores durante la cosecha de la “cherry” me recordaron mis experiencias con los trabadores migrantes como seminarista. En las décadas de 1960 y 1970, ofrecimos programas de campamento para personas que seguían las cosechas de frutas y verduras que se movían del sur al norte a medida que maduraban los cultivos, y en el otoño, después de la última cosecha, los trabajadores regresaban al sur. Los trabajadores estarían en un lugar durante cuatro a ocho semanas dependiendo de las cosechas. Con la mecanización de algunos cultivos y los cambios en la agricultura, no se ven tantas caravanas de trabajadores temporeros como en el pasado. La corta duración y la necesidad de muchos trabajadores en la cosecha de la cereza es uno de los cultivos que aún depende de la afluencia de muchos trabajadores. Cuando los trabajadores me contaron las dificultades que tenían para buscar la Primera Comunión para sus hijos, me dispuse a ofrecer preparación sacramental para los niños y adolescentes presentes en los campamentos. Comencé con tres voluntarios laicos y un seminarista el primer verano, y del tercero al undécimo año de las misiones de cosecha de cerezas, mis equipos tenían de seis a diez voluntarios y seminaristas.
Me encanté a mis equipos misioneros. Durante un mes, vivimos juntos, oramos juntos, compartimos comidas, nos preparamos las clases y celebramos misas en los campamentos cada noche. El día libre cada semana, íbamos a ver las hermosas áreas de la Columbia River Gorge y las montañas de Oregón y Washington. Pasamos casi diez días inscribiendo candidatos para los sacramentos en las clases. Tuvimos dos semanas de clases y terminamos con la celebración de Primeras Comuniones, Confirmaciones, Bautismos y, a menudo, un par de matrimonios.
La mejor descripción de nuestros programas vino durante una visita que nuestro equipo misionero tuvo con el obispo Robert Vasa de la Diócesis de Baker. Después de dos veranos ofreciendo programas de Primera Comunión para niños migrantes, nuestro equipo de misión fue a almorzar con el Obispo Vasa. Preguntó si a la gente le gustaría que el obispo ofreciera la Misa de Primera Comunión el año siguiente. Dije que la gente estaría encantada. Luego preguntó cuántos niños había en las clases y sus edades. Le dije que teníamos más de setenta niños en las clases y la mitad de ellos tenían más de 14 años. Dijo: “Los niños mayores también deben ser confirmados”. Le dije que solo teníamos dos semanas para preparar a los jóvenes. Él dijo: “Sólo tienes el tiempo que Dios te da. Tú los preparas y yo los confirmaré”. Había dos partes importantes en su mensaje para mí. El sacramento es la obra de Dios y lo mejor que podemos hacer es suficiente. Les aseguro que en los nueve años que dirigí el programa de Confirmación para hijos de campesinos, la calidad de nuestro programa mejoró.
Al trabajar con los migrantes, nunca olvidaré el consejo del obispo Vasa: “Solo tienes el tiempo que Dios te da”. No solo es cierto con los trabajadores migrantes, sino que me ha guiado al reconocer las necesidades especiales de los trabajadores de la construcción, los troqueros, la industria de viajes, los artistas, los prisioneros y todos los trabajadores para quienes nuestros programas parroquiales ordinarios pueden fallar.
(Mañana: Sacramentos de Iniciación)
Here are ten themes to be covered considering participation in the Eucharist today:
- Role of the Eucharist in my own personal vocation story
- Benefits of celebration of Eucharist where migrants gather
- Exposure of obstacles to reception of First Eucharis that migrants experience
- Bishop John Steinbock’s reflection at Fresno Convocation of Clergy, 2010
- “You only have the time that God gives you”
- Responsibility of the priest to make the word and the sacramental presence of Christ present for the People of God
- Remember that the sacraments of Baptism, Confirmation and Eucharist are sacraments of initiation
- Involve the parents in the sacramental preparation of children
- The place of Mystagogia, continuing education and spiritual development
- Quality migrant ministry can inspire the ordinary ministry of our communities
Aquí hay diez temas considerando participación en la eucaristía hoy:
- Papel de la Eucaristía en mi propia historia vocacional personal
- Beneficios de la celebración de la Eucaristía donde se reúnen los migrantes
- Exposición de obstáculos a la recepción de la Primera Comunión que experimentan los migrantes
- Reflexión del obispo John Steinbock en Fresno Convocación de los Cleros, 2010
- “Solo tienes el tiempo que Dios te da”
- Responsabilidad del sacerdote de hacer presente la palabra y la presencia sacramental de Cristo para el Pueblo de Dios
- Recuerde que los sacramentos del Bautismo, la Confirmación y la Eucaristía son sacramentos de iniciación.
- Involucrar a los padres en la preparación sacramental de los niños.
- El lugar de mystagogia, educación continua y desarrollo espiritual
- Un ministerio migrante de calidad puede inspirar el ministerio ordinario de nuestras comunidades.