Considerar COVID: Celebrate safely / Celebra las Fiestas Segura
Celebra las fiestas segura
Estamos viviendo en un momento de crisis nacional por COVID. Hay respuestas inconstantes en nuestras comunidades. La pandemia COVID presenta a nosotros un reto enorme, y en el mismo momento la oportunidad de llamar atención a lo más importante en nuestras vidas. Una gran bendición en la comunidad Hispana es la costumbre de dar vuelta en la dirección de Dios cuando estamos en crisis. Nos unimos en oración, y lo hacemos juntos. Celebramos fiestas de fe juntos como Nuestra Señora de Guadalupe o las Posadas, pero ¿que debemos hacer durante esta pandemia de COVID?
En varias de mis reflexiones, recuerdo una conversación con una mujer en una huerta. Pregunté qué más podía hacer por los trabajadores migrantes durante la cosecha. Ella dijo: “No te necesitamos como nuestro trabajador social, médico o abogado (político). Necesitamos que sea nuestro sacerdote”. Hoy, considero nuestra respuesta a COVID como sacerdote, no como político, trabajador social o médico. ¿Cómo vamos a celebrar con seguridad los momentos espirituales de Acción de Gracias, Adviento y Navidad?
Cuando llegó COVID en la primavera, nos sentimos perdidos durante la Cuaresma y la Semana Santa, ya que nuestra práctica tradicional simplemente no estaba disponible para el pueblo de Dios. Ofrecimos misas y servicios de Semana Santa virtual en lugar de celebrar en las iglesias. Esperábamos que la pérdida de nuestras tradiciones sagradas fuera un evento único. Ahora, se nos dice que tomemos medidas drásticas nuevamente, para evitar reunirnos para las preciadas celebraciones de Acción de Gracias, Nuestra Señora de Guadalupe, Posadas y la Navidad. Peor que la pérdida de esas celebraciones, muchas familias pierden a sus seres queridos por esta enfermedad. No pueden estar con ellos en el momento de la muerte y los ritos funerarios son tan básicos que ofrecen poco apoyo a los dolientes.
La semana pasada, tenía planeado visitar una comunidad aislada de trabajadores agrícolas, pero el día antes de hacer la visita, miembros de la comunidad me dijeron que no viniera. Dijeron: “No es seguro aquí. La mitad de nuestra comunidad tiene COVID”. Agradezco su preocupación, pero soy un misionero. Las palabras del Papa Francisco me atormentan al decir que “la peor discriminación que sufren los pobres es la falta de atención espiritual”. Esta pandemia limita nuestro cuidado espiritual de los más vulnerables en nuestras comunidades.
Estoy trabajando en la Diócesis de Jefferson City, Missouri en este momento y la próxima semana ofreceremos en YouTube un retiro en español antes de comenzar nuestras celebraciones de Adviento. Será un servicio ofrecido por tres noches con música, oración, escritura y reflexión. Se ofrecerá del 23 al 25 de noviembre. Nuestra presentación en inglés se llevará a cabo del 7 al 9 de diciembre. Es una forma en la que queremos ofrecer un tiempo espiritual para preparar el camino del Señor.
Que Dios lo mantenga a salvo y bendiga su espíritu al entrar en esta época bendita del año.
Celebrate Thanksgiving to Christmas Safely
We are living in a time of national crisis due to COVID. There are inconsistent responses in our communities. The COVID pandemic presents us with an enormous challenge, and at the same time an opportunity to call attention to what is most important in our lives. A great blessing in the Hispanic community is the custom of turning in God’s direction when we are in crisis. We unite in prayer, and we do it together. We celebrate feasts of faith together like Our Lady of Guadalupe or Las Posadas, but what should we do during this COVID pandemic?
On several of my earlier posts, I call to mind a conversation with a woman in an orchard. I asked what more I could do for migrant workers during a harvest. She said, “We don’t need you to be our social worker, doctor, or lawyer (politician). We need you to be our priest.” Today, I want to consider our response to COVID as priest, not a politician, social worker or doctor. How are we to celebrate safely the spiritual moments of Thanksgiving, Advent and Christmas?
When COVID hit in the Spring, we felt lost during Lent and Holy Week, as our customary practices of faith simply were not available for the people of God. We live streamed Masses and even Holy Week Services rather than celebrate as a community. We hoped that the loss of our sacred traditions was a one-time event. Now, we are told to take drastic measures again, to avoid gathering for the cherished celebrations of Thanksgiving, Our Lady of Guadalupe, Posadas and Christmas. Worse than the loss of those celebrations, many families lose loved ones to this illness, unable to be with them at the moment of death and the funeral rites are so bare bones that they offer little support for mourners.
Last week, I planned to visit an isolated community of farm workers, but the day before making the visit, members of the community told me not to come. They said, “It is not safe here. Half of our community has COVID.” I am grateful for their concern, but I am a missionary. The words of Pope Francis haunt me as he said that “the worst discrimination which the poor suffer is the lack of spiritual care.” This pandemic limits our spiritual care of the most vulnerable in our communities.
I am working in the Diocese of Jefferson City, Missouri at this time and next week we are offering on youtube a retreat in Spanish before we begin our Advent celebrations. It will be a service offered for three evenings with music, prayer, scripture, and reflection. It will be offered Nov. 23-25. Our English presentation will take place Dec. 7-9. It is one way we hope to offer a spiritual time for preparing the way of the Lord.
May God keep you safe and bless your spirit as we enter this blessed time of the year.