6. Alleluia: “Te voy a dar lo que tengo” – “What I have I give you.”
“No tengo ni oro ni plata”
Nosotros, los Redentoristas, identificamos nuestra misión como proveer ministerio a los “más abandonados”. La Congregación se envía a “aquellos a quienes la Iglesia todavía no ha podido proporcionar medios suficientes de salvación, a aquellos que nunca han escuchado el mensaje de la Iglesia, o al menos no reciben el mensaje como ‘Buena Nueva'”. En Hechos de los Apóstoles, Pedro y Juan vieron a un hombre lisiado de nacimiento pidiendo limosna. Pedro dijo: “Míranos. No tengo ni plata ni oro, pero te voy a dar lo que tengo”. Había tantas necesidades del hombre que pedían ayuda. Estaba lisiado, sin hogar, sin atención para las necesidades básicas de la vida. Pedro no tenía oro ni plata para darle al hombre, pero le dio el evangelio, la buena nueva.
Ese pasaje me recuerda de una experiencia con campesinos migrantes en Oregon. En junio de 1999, celebré misa todas las noches durante la cosecha de cerezas en The Dalles. Durante dos veranos, vine a The Dalles para la cosecha de cerezas. Le pregunté a la gente qué más podría hacer por ellos si volviera en 2000. Una mujer dijo: “Padre, no le necesitamos que sea nuestro abogado, trabajador social o médico. Necesitamos que sea nuestro sacerdote”. Ella continuó diciendo que muchas familias migrantes tienen niños que son bautizados, pero no han recibido su Primera Comunión debido a la inestabilidad de sus vidas como trabajadores agrícolas migrantes. Muchas parroquias no responden a las necesidades particulares de una comunidad móvil y se mueve a menudo para su supervivencia. Muchos programas parroquiales de Primera Comunión tienen una duración demasiado larga y requisitos rígidos que impiden que los migrantes reciban los sacramentos.
Esta mujer dijo que necesitaba un sacerdote como Pedro, uno que viera al mendigo y le diera la gracia de la fe. Hay muchos que pueden aconsejar, curar y hablar por los pobres, pero es el misionero de la iglesia quien da el amor de Cristo a los pobres. Que no olvidemos las necesidades espirituales del pueblo de Dios, especialmente de los pobres.
Sigo buscando ayuda
Ayúdame a preparar un programa sacramental para niños con necesidades especiales y tiempo limitado de preparación.
Por favor comparte conmigo tus recuerdos. Escribir a: [email protected]
“I have neither silver nor gold”
We, Redemptorists identify our mission as providing ministry to the “most abandoned”. The Congregation is sent to “those for whom the Church has not yet been able to provide sufficient means of salvation, those who have never heard the Church’s message, or at least do not receive the message as ‘Good News’.” In Acts of the Apostles, Peter and John saw a man crippled from birth begging for alms. Peter said, “Look at us. I have neither silver nor gold, but what I have I give you.” There were so many needs of the man that called for help. He was crippled, homeless, without care for basic needs of life. Peter had not silver or gold to give to the man, but he gave him the gospel, the good news.
Reading that passage brings to mind an experience with migrant farm workers in Oregon. In June of 1999, I celebrated Mass each evening during the cherry harvest in The Dalles. For two summers, I came to The Dalles for the cherry harvest. I asked people what more I could do for them if I came back in 2000. A woman said, “Padre, we do not need you to be our lawyer, social worker or doctor. We need you to be our priest.” She went on to say that many migrant families have children who are baptized, but have not received their First Communion because of the instability of their lives as migrant farm workers. Many parishes fail to respond to the particular needs of a community that is mobile and is moving often for their survival. Many parish First Communion programs are of too long duration and rigid requirements that keep migrants from receiving the sacraments.
This woman said that she needed a priest like Peter, one who saw the beggar and gave him the grace of faith. There are many who can counsel, heal, and speak for the poor, but it is the missionary of the church who gives the love of Christ to the poor. May we not forget the spiritual needs of the people of God, especially the poor.
Still looking for help
Help me prepare a sacramental program for children with special needs and limited time for preparation.
Please share with me your memories. Write to: [email protected]
Oh Jesús, tú nos llamas: “Síganme”. Bendice, Señor, a todos los que acogen tu llamado. Puede que el camino no sea fácil, pero tenemos la confianza de que todo es posible si caminamos contigo. Que este viaje nos abra los ojos a las maravillas de tu amor por nosotros. Oramos por toda tu gente, por todos los creyentes e incrédulos, por los líderes y seguidores. Oramos por la sanación, el perdón, la compasión, la justicia y la paz. Oramos para que, al seguirte, nosotros también podamos ser pescadores de hombres. Bendícenos en nuestro viaje.
O Jesus, you call us, “Come after me.” Bless, O Lord, all who welcome your call. The path may not be easy, but we have confidence that all things are possible if we walk with you. May this journey, open our eyes to the wonders of your love for us. We pray for all your people, for all believers and unbelievers, for leaders and followers. We pray for healing, for forgiveness, for compassion, for justice, for peace. We pray that as we follow you, we too can be fishers of men. Bless us on our journey.